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ESTRAFALARIO

FUENTES DE IDENTIFICACIÓN COLECTIVA

Por Guadalupe Fernández

En Argentina el tango, el asado, el tinto, el fernet y el fútbol son postales de tradición. Hasta me atrevería a decir que el peronismo. Perón y Eva despiertan pasiones, como Gardel y el Che, pero en distintas esferas.

Cuando hablamos de revoluciones nos referimos al cambio y a todos los procesos que éste conlleva. Sin embargo, para que la revolución funcione, es necesario un factor de continuidad y en la tradición deben congeniarse la ruptura, la permanencia y lo innovador. Todo eso es la revolución.

Podemos hablar de revolución en las redes sociales, revolución política o social. Todas son válidas para demostrar este fenómeno.

En un artículo del diario Página 12, Silvia Goñi quien forma parte de la agrupación PJ Digital (movimiento político en las redes) afirma: “De estar hoy, el General Perón usaría Twitter desde el teléfono. El uso inteligente de la tecnología siempre estuvo en el espíritu del movimiento”. Este es el ejemplo del cambio en la continuidad. Y sin dudas que Perón supo hacer uso de las nuevas tecnologías y captó a la televisión no como un mero medio más, sino como un instrumento para hacer política. Tal como afirma Goñi, hoy el medio sería distinto, pero la intención continuaría clara y definida.

Hoy las nuevas tecnologías nos obligan a pensar el Big Bang dentro de la explosión, a encontrar la continuidad dentro del cambio y la revolución. Esto implica hallar fuentes de identificación colectiva que nos permitan arraigarnos en una identidad personal y grupal. Definir el cambio, aceptar que estamos en él para luego ir por más.

El desafío es involuntario, pero la transformación debe ser colectiva.

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